martes, 1 de marzo de 2011

BELLA - 2da. Parte


No sé si fue influencia mía, por mi vida loca, o algo que tenía que pasar, pero Bella empezó a liberarse de su discreción y deseosa de aventuras se imbuyó de pleno en el mundo de los chats.
Hace 15 años, Internet y los Chats no eran como ahora, empezaban a utilizarse y no era tan normal ni habitual conocer gente a través de la Red, y mucho menos liarse.
Pero Bella era así, de repente venía con un bombazo que te dejaba la boca abierta y que nunca hubieras esperado de ella. Así que se lió con Ramiro, un tío casado, como no, con el que tenía conversaciones muy tórridas por los chats.
Cada día chateaban horas y horas, y cuando no podían chatear se enviaban correos electrónicos de lo más morbosos, que por supuesto ella imprimía religiosamente y nos dejaba leer entre café y café. Pero solo leíamos los que le enviaba él, nunca lo que ella le escribía… tampoco le dimos mayor importancia.
Estrella y yo seguíamos la historia con sumo interés y asombro, y nos divertíamos mucho con las historias de Bella, y con mis historias, menos virtuales y más de piel, porque yo por aquella época estaba más por la piel… Estrella, con su vida estable y monógama se limitaba a sonreír y a enriquecerse, como ella decía, de nuestras aventuras.
Y que aventuras nos esperaban ¡!!
Se acercaba mi cumpleaños y el de unos amigos más, y decidimos organizar una macro fiesta en un jardín enorme de nuestro amigo Paco.
Unos 200 invitados que tenían que colaborar aportando un primer plato, y bebida. De la barbacoa, la cervecita y los postres nos encargábamos los cumpleañeros. Había música en directo de unos grupos de músicos amigos nuestros, un DJ, y un día entero para disfrutar de un pedazo de fiesta al aire libre y con mucho sol ¡
Por supuesto invité a Estrella y su marido, y a Bella, y sin pensarlo le insinué que invitara a Ramiro, su ligue virtual… y así se conocerían de una vez por todas ¡
Nunca imaginé que vendría, ni lo que pasaría después…

1 comentario:

ODRY dijo...

Oye preciosa, a mi no me dejes así, que me puede dar algo, que mi vida es muy sosa y esto está que arde.

en fin te perdono y aguanto con paciencia, comiendome las uñas.

Un besazo.