viernes, 29 de octubre de 2010

Adolescencia, que dolor !!


Casi todas mis amigas son madres, es lo que tiene rondar los 40, que todas se han lanzado antes o después a la gran aventura de la maternidad.
Yo siempre he dicho que admiro mucho a las mujeres que son madres, porque en mi vida he encontrado trabajo más ingrato, duro y arduo que ese. Y, si además lo combinas con una vida laboral fuera de tu casa, es de reverencia eterna.

Al estar rodeada de madres con hijos de variadas edades, estoy bastante al día de lo que acontece en el mundo infantil, exceptuando temas lúdicos-musicales y tecnológicos, que no me interesan ni lo más mínimo.

Me voy a centrar en la adolescencia, que es la edad que más me arrebata, porque mis casi 40 aun me permiten recordar, no sin alguna laguna, como fue mi edad del pavo, y así compararla con lo que ahora ocurre. Realmente hay mucha diferencia…
El pavo y la tontería es igual para todo el mundo, pero creo que los “niños” de ahora ( porque no dejan de ser niños) viven mucho más adelantados a su tiempo, quemando etapas con una rapidez pasmosa, y sin tiempo para disfrutar de las cosas bonitas de la vida.
Las niñas y niños de 15 años ya salen por las noches, hasta las tantas de la madrugada y viven y visten la noche de forma adulta, cuando aun no son lo suficientemente maduros para afrontar y asimilar muchas cosas.
Viven el sexo, las relaciones y la vida en general de una manera efímera y fría y no lo disfrutan.

El otro día hablaba con mi sobrina, porque ya se sabe… a quien Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos, y a mí me dio ración doble, mellizas que ahora están en plena pubertad…

- Sobrina 1: Ainsss tita Dina, estoy tan harta de la noche y de los rollos…
- Tita Dina: Comoooorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, que estás diciendo sobrina 1 ¿?? Si solo tienes 15 años
- Sobrina 1: Casi 16
- Tita Dina: Te falta un mes ¡!!
- Sobrina 1: Es que siempre es lo mismo, salir de noche, discoteca, rollos de una noche… yo ya quiero una relación estable ¡
- Tita Dina: Relación estable?????????? Pero si no sabes lo que es eso ¡! Hazme caso, sal, disfruta, vive la vida por etapas, estudia, viaja mucho, conoce gente, y cuando tengas 30 años ten una relación seria y estable ¡! Y por cierto… rollos de una noche significa que….
- Sobrina 1: Ay Tita Dina, que antigua eres ¡! No me he acostado con nadie aun, pero estoy harta de los chicos de cabeza vacía.
- Tita Dina: Pero es que a los 16 años los chicos tienen la cabeza vacía y los huevos llenos de “amor”… qué quieres encontrar ¿????

Menos mal que Sobrina 2 escuchó en silencio y no dijo nada al respecto, pero claro, Sobrina 2 tiene “una relación” estable desde los 14 años ¡


Me descolocaron, y me dio pena pensar que a los 16 años ya están cansadas de muchas cosas que los de mi generación casi ni habíamos probado.

Otra cosa que me llama poderosamente la atención es el poco respeto con el que los hijos tratan a los padres, y como les insultan y se pasan sus órdenes o consejos por el forro… Jamás se me hubiera ocurrido llamar “imbécil” o “gilipoyas” a mis padres… es que ni se me pasó por la cabeza, y como yo casi todos mis amigos.
En cambio, ahora, es lo más común, amén de muchas otras broncas diarias por cosas que están por encima de mi entendimiento.

Qué ha cambiado, en tan pocos años, para que los niños evolucionen así, es la educación muy liberal o yo me he vuelto muy antigua ¿??????????
Era mejor lo de antes, en el que el respeto y un poco de represión nos hacía más cautos, o es mejor el vodevil actual en el que todos hacemos lo que nos sale de la peineta ¿?

El caso es que yo no soy madre, pero creo que en circunstancias así, sería incapaz de serlo.

lunes, 25 de octubre de 2010

FEISBÚ Y UNA PALETA


Internet y sus posibilidades nunca dejarán de sorprenderme.
Sé que diciendo esto quedo como una paleta inculta, pero es así, me sorprende la red y soy una paleta, que le vamos a hacer ¿??
El otro día leí en algún sitio que quien no tiene Twitter no es persona… he aquí una no persona, la que os escribe, que con lo único que se ha atrevido, y a trancas y barrancas es con el Facebook de marras, y he de confesar que la mitad de las utilidades de esta red social ni las utilizo ni sé cómo hacerlo ¡!

Y es que yo con el Facebook me basto y me sobro…
Empecé por curiosidad, por saber que era y tengo que confesar que me enganchó el hecho de que me llegaran invitaciones de “amigos” que me habían buscado ( y es que yo tardé un poco en averiguar cómo se buscaba a alguien, por lo que recibía más invitaciones de las que enviaba…).
Pero siempre me queda la duda de si realmente mi persona despierta interés y curiosidad, o es un buscar y sumar para “tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar” .
El caso es que gracias o debido a Facebook, no sé qué pensar, he recuperado el contacto con gente de la que hacía años que no sabía nada, y de la que, francamente, no tenía intención de saber, no por desidia, odio, pereza o cualquier otra razón, simplemente era gente que ya no estaba en mi vida desde hacía años y ya está.
Porque, si dejas pasar esa amistad, por algo será, no ¿??
Y sin embargo, de repente estás chateando con aquella niña de EGB que se sentaba 3 filas más atrás, en tu clase, y de la que apenas recuerdas detalles porque no era una amiga de las de verdad. Y te sorprendes ilusionada, aceptando una quedada con las antiguas compañeras de tu antigua clase, y deseando saber en qué se ha convertido cada una de ellas, y como han evolucionado.
Y así, sin más, escondida detrás de una pantalla que te ha permitido recuperar tu pasado, vuelves a tu niñez, a tu adolescencia y piensas que cualquier tiempo pasado fue mejor…
Curioso, no me lo negareis ¿?

Lo más curioso de esto es que antes de la era Facebook no había tenido la necesidad, ni la más mínima curiosidad de saber de las vidas de nadie.
Veis hasta donde llegan las redes sociales ¿?? Se han creado por esa necesidad de saber de los demás o a través de ellas hemos creado esa curiosidad infame ¿?
Y creo, que más allá que entablar una sincera amistad de nuevo, está una curiosidad desmedida por saber qué ha sido de aquellas niñas que durante tantos años compartieron techo y enseñanzas.

El otro día mi amiga Flor fue a una de esas quedadas de E.G.B., y cuando le pregunté porque iba, es que a mí me cuesta… , me dijo que no sabía bien porque, pero que le daba incluso un poco de palo… Al día siguiente le pregunté y me contestó tal cual, os copio sus palabras porque no tienen desperdicio:

Comimos, reímos, recordamos..!
El encuentro a mi parecer, fue genial, porque después de 25 años, te das cuenta, que hemos tenido vidas bastantes paralelas, entre las que éramos un poco más perras para estudiar, y las que sacaban notas buenísimas!
Luego resulta que tengo también casa, con jardín y piscina, igual que la que se ha sacado la carrera, un hijo o hija, igual que la que sacaba sobresalientes.. y te das cuenta que lo que antes nos desunía tanto, ahora resulta que somos iguales.!
No sé, es extraño, a mi me llegaron a decir, que me recordaban triste.. y ahora resulta que era la alegría de la huerta con los comentarios sarcásticos.. (ya me conoces…).
Y de repente todo el mundo quería sentarse conmigo, todo el mundo me escuchaba cuando hablaba y todo el mundo se reía con mis comentarios.
A mí me pareció muy curioso, ese contraste!


En fin, seguiré intentando adaptarme a la red, y haciéndome a la idea de que cada vez hablamos menos y chateamos más, y que felicitamos por el Muro un cumpleaños en lugar de llamar y hablar un rato, que dejamos de oír las voces para leer las letras, y que la vida sigue a través de un mundo
virtual que cada vez tiene más adeptos.

miércoles, 20 de octubre de 2010

PACTOS




Cuántas veces hemos hecho un pacto del que luego nos hemos arrepentido ¿? Y porque tendemos a pensar que lo que pactamos un día, no va a darse cuando llegue el momento, y nuestra “palabra de honor” será como papel mojado ¿??
A la gran frase “Ten cuidado con lo que deseas, a veces se cumple”, yo añadiría, “ten cuidado con lo que pactas, siempre tienes que cumplirlo”.

Mi amiga A hace tres semanas que tuvo a su primer hijo.
Su marido no quería hijos bajo ningún concepto, ella sí.
Llegaron a un pacto. Si A tenía un hijo, se haría cargo ella sola del hijo, y él quedaba exento de cualquier obligación moral y física hacia ese retoño…
A pactó, quizá pensando que a él se le ablandaría el corazón cuando viera al precioso bebé, pero no ha sido así.

Ayer hablé con A y llorando me explicaba que estaban siendo las 3 semanas más duras de su vida, y que al hecho de ser mujer post parto, con todo lo que conlleva, se le sumaba su inexperiencia ante los continuos lloros de su hijo y el hecho de que su marido no había ni mirado al bebé. No la ayuda en nada, ni baña al niño, ni le cambia los pañales, ni lo acuna cuando llora, ni apoya a su mujer en estos momentos difíciles. El pactó no hacerse, para nada, cargo de su hijo, y lo está cumpliendo.
Ella, muy arrepentida, me decía que no podía echarle nada en cara porque fue ese el trato que hicieron. Ella quería un hijo, sí, pero quería esto ¿?

Eso me hace preguntarme hasta que punto a veces vale la pena pactar y perseguir tu deseo hasta los límites insospechados, para luego no vivir tu deseo como lo esperabas.
Vale la pena planear ¿? Vale la pena pactar ¿??

Y sobre todo, me llama poderosamente la atención ese arrebato indescriptible de ira, creo que viene de serie en la especie humana, en el que nos subleva el hecho de que la otra parte cumpla su parte del pacto, que por supuesto es contraria a la nuestra… entonces, porque pactamos ¿??




Porque ahora todos estaréis pensando que QUE CABRON es el marido que no hace caso de su hijo recién nacido, pero él está cumpliendo su parte del pacto, accedió a ser un padre exento de responsabilidades y es eso , ni más ni menos, lo que está haciendo y lo que su mujer aceptó.
No le apoyo, pero tampoco le condeno. Y vosotros ¿??

Para alguien como yo, que hace tiempo que aprendí que los planes con más de 24 horas de antelación son una utopía y que no pacto nada de nada, se me hace muy complicado comerciar con aspectos tan importantes de la vida.
Yo pacto “despactar” ¡