martes, 15 de marzo de 2011

BELLA - 5º parte

Le pedí a Estrella que me acompañara.

No me acababa de creer todo lo que había pasado, y necesitaba alguien a mi lado que me pellizcara de vez en cuando y me recordara que todo aquello era real y no una burda historia de una novela mala.
Bella estaba en casa, llorando, avergonzada, y sin saber que decir, pero yo me mantuve firme y le dije que no pensaba irme de allí hasta que no me explicara que estaba pasando.
Un paquete de Camel y 2 cafeteras después ya sabía que mi amiga me envidiaba de una forma enfermiza, y que no me soportaba.
Ella no tenía una vida social como la mía, ni un trabajo tan interesante como el mío, ni unos amigos tan dispares y geniales, ni mi empuje, ni mi alegría de vivir, ni mi sonrisa, y eso la enojaba mucho.
Odiaba como nunca los lunes, cuando a la hora del desayuno, ella, Estrella y yo dejábamos nuestras mesas y nos íbamos a la cafetería a cotorrear sobre lo que habíamos hecho durante el fin de semana.
Ella nunca había hecho nada, y eso, sumado a que Estrella y yo no parábamos de reír y fantasear con nuestras historias, minaban su autoestima y la envenenaban por dentro.
Ella me odiaba a mí, pero se odiaba más a si misma por no saber salir del pozo en el que se había caído muchos años atrás, cuando se acabó su historia con un señor casado y amigo de su padre.
Cuando conoció a Ramiro por el Chat, y empezó a hablar con él algo se activó en ella, pero seguía sin quererse a sí misma y nunca tenía nada nuevo y emocionante que contar, así que “tomó prestada” mi vida, y se la hizo suya… y engañó a Ramiro y a unos cuantos más con los que chateaba.
Podría haberla consolado, y haberle dicho que mi vida no era tan maravillosa si se hubiera molestado en conocerme mejor, porque yo también tenía muchos problemas y muchos altibajos, y no era tan fantástica como ella creía. Podría haberle confesado que muchos de esos fines de semana, cuando me encerraba a escribir o a ver películas antiguas, pasaba  ratos llorando y me estaba sola, y no me sentía feliz a tiempo completo.
Podría haberle contado que la mejor manera de que los demás te quieran es quererte mucho a ti misma, valorar lo que tienes y vivir cada día como si fuera el último, porque la vida es tan efímera que hay que aprovechar todos los minutos… podría haberle dicho tantas cosas… pero no lo hice.
Simplemente di media vuelta y me marché.

No quería darle ni un poco más de mí, porque ya no confiaba en ella y no quería ver mis sentimientos expuestos por toda la red.
No quería volver a verla más.
Y nunca me hubiera imaginado que todavía la tendría que ver una vez más, y de qué manera

5 comentarios:

Oltra Bitácora dijo...

Oye sigue con la historia porque es mundial y engancha de verdad.Por cierto menuda zorrita....

Betty Boop dijo...

joe, ahora si que me has dejao pillá, sigue contando

DINA dijo...

dina, me encanta eso de que la histora es mundial !!! Gracias

Betty, si es que la historia tiene tela !! Cada vez que me acuerdo de la tipa...
En fin, ya queda poco !

Cruela DeVal dijo...

Ains nena
qué intriga
A mi me pasó lo mismo, un día recibí un mail de una persona que me dijo que había utilizado toda la historia mía con Diego para contarla a un chico con quien se relacionaba por internet... me quedé de piedra, luego me juró que había contado la verdad, hasta me mandó el mail con las explicaciones que le dio... y no supe más de ella...
se te hace raro que alguien te suplente las experiencia aunque en mi caso como no conocía de nada la susodicha y que encima yo misma lo había colgado todo en el blog pues son los riesgos...
ala termina tu historia que me tienes en ascuas
Besos

Nais dijo...

Y no te libraste de ella?
Ains madre claro que trabajando juntas vaya palo.

Sigo esperando que paso.

Un besazo.