lunes, 17 de noviembre de 2008

DESTINO O DES-A-TINO

A mí pensar en el destino me produce picores... pero me gusta creer, y me creo que creo en realidad, aunque la verdad del tema es que soy una descreída de todos estos temas. Como bien decía Sabina, “la manicura y la tirada de cartas me las hice ayer en la peluquería”. Me cuesta pensar que alguien mirando unos naipes, o analizando los posos del café pueda predecir tu futuro, cuando lo que hacen más bien, es cantarte tu presente más que evidente. Pero eso del destino, me gusta, me parece muy romántico, como una epopeya medieval llena de matices y pinceladas que dibujan las vidas a su antojo, haciéndolas impredecibles. Y a mí, lo inesperado me encanta.
Y toda esta diatriba viene porque acabo de leer una reseña sobre Mrs. Michelle Obama, que procedente de los suburbios de Chicago, está a puntito de llenar el baño de la Casa Blanca de sus enseres personales...
Será verdad que hay gente que nace con el destino puesto ¿??
Porque figuras como Mr. y Mrs. Obama, personas anónimos totalmente, han escalado unos peldaños que parecían insalvables y pasan a ser personajes que marcarán un hito importante en la historia, no solo de su país, sino del mundo. Quién se lo iba a imaginar ¿??
O mirad a la MariLeti, ahora princesa de Asturias, mujer divorciada y plebeya, ahora codeándose con la realeza europea como si se hubiera mecido en cunas reales... Quien se lo iba a decir a aquella niña asturiana que vivía en un piso normal y corriente ¿?
Me alucina esto del destino y me hace pensar cómo funciona... no lo puedo evitar... Cuando naces ya estás marcado ¿? Debe ser que desde bebé ya tienes una marca, una seña que te hace intocable, destinado a vivir una vida normal hasta que, de repente, todo cambia, y la vida pasa a ser una historia inolvidable y novelada, increíble.
Es así ¿? O por el contrario se nace normal, sin marcas, sin señas ni contraseñas, y la vida te va llevando por unos caminos ondulantes que tú mismo vas escogiendo y así te vas forjando tu propio destino ¿??
Existe el destino ¿? O en realidad, es un desatino de la vida lo que te hace variar tu ruta y llevarte por caminos inesperados ¿??


Alguien destinado a contestarme ¿??

jueves, 6 de noviembre de 2008

SE VENDEN SUEÑOS...

Llega el mes de noviembre, y con él un inusual frío polar que nos tiene a todos incapacitados para hacer vida normal, inmovilizados ante la idea de tener que salir a la calle y descolocados por la idea de que ya tenemos que sacar el jersey de rombos del armario.
Pero con el mes de noviembre también llega el tiempo de la compra más apocalíptica del año, en la que invertimos en bienes materiales muy por encima de nuestros sueldos, y sin embargo, la que más barata nos sale.
Es tiempo de comprar expectativas por 20,00 € ¡!! Esos típicos boletos de lotería de Navidad que tanto nos hacen soñar, con los que tanto compramos a un crédito temporal que se acaba el día 22 de diciembre, cuando vemos que ni un número, ni uno solo, de nuestro décimo coincide con el número premiado.
Pero mientras tanto, todo lo que hemos comprado, todo lo que hemos soñado, eso, no nos lo quita nadie. Quien dijo que soñar es gratis ¿? Los grandes sueños cuestan 20,00 €.


Y me hace gracia, porque quizá no sea el juego que mayores premios deje, creo que hay otros en los que te puedes hacer mucho más millonario y por menos inversión, pero sin embargo, es el más popular y en el que los sueños de la gente más se disparan…
Será que el frío nos congela las neuronas, y hace perder de vista la realidad ¿??

Pero la realidad es esa misma, la que nos empuja, no sé por qué, a comprar no uno, si no varios décimos a 20.00 €, el del bar donde desayunamos cada mañana, el de la panadería, el del trabajo – no vaya a ser que le toque al cabrón de mi jefe y yo no vea un leiro del premio- , y varios más, amén de las participaciones que compramos de los niños de los amigos que juegan a basket, a badmington, al ajedrez y a quien sabe que más…

Total que los que no somos jugadores habituales, léase mi caso, acabamos arrastrados por el espíritu navideño, la ilusión colectiva y la locura transitoria, y compramos expectativas a décimo por ilusión.
Yo ya tengo varios, tantos como 3 décimos, y aun me quedan por comprar, pero ya he empezado a soñar con mi casita en el campo, una bonita buhardilla donde poder escribir, que parece que si escribes en una buhardilla de madera, con techos inclinados y un precioso paisaje al fondo, y si encima lo acompañas de una taza de café humeante y un portátil, escribes mejor, no creeis ¿??? También estoy soñando en cambiar mi coche, sustituir el corsilla que tanto quiero y valoro, bueno, igual no tanto que ya pienso en cambiarlo, por un coche más potente, a poder ser todo terreno… Y sueño con más cosas, que soñar es gratis, bueno no, estos sueños son el equivalente a 3 décimos de lotería, pero aun así, me sale más barato el coche aquí que en el concesionario ¡!!!

Llegó Noviembre, frío y blanco, gélido. Llegó el tiempo de comprar expectativas. Llegó el tiempo de soñar

lunes, 3 de noviembre de 2008

Vidas de Revista

No os habéis preguntado nunca porqué las revistas de moda tienen tanto éxito ¿???

Yo sí, pero ya sabéis que yo me lo pregunto todo…

Yo me confieso una adicta a revistas tipo Elle, Cosmopolitan, Vogue y demás publicaciones de este tipo, aunque me estoy quitando. Será la edad o la coherencia, pero ahora estoy más por Paul Auster, es más guapo y escribe muy bien.

Pero en mis recuerdos están esos domingos de invierno, frío fuera, manta, sofá y café calentito dentro, y todas las horas del día por delante en los que me rodeaba de un montón de revistas y me pasaba el día inmersa en las aventuras y desventuras de chicas con una vida llena de glamour y actos sociales. Estas chicas existen de verdad ¿?

Chicas, rondando la treintena, viviendo en “apartamentos” monísimos y bien decorados, con una vida estupenda, un trabajo que les encanta, y en el que se sienten realizadas y valoradas, centros de belleza, Pilates, cocktails, cenas casi cada día de la semana, compras, y taconazos de vértigo para ir a trabajar, amén de una vida sexual activa y promiscua en la que alcanzaban orgasmos con la misma facilidad que yo me pongo el delantal para fregar los platos. Que glamú ¡!!
Era como vivir, por un día, el sueño de la joven profesional independiente y moderna, salida directamente de una serie americana, impecable, guapa y sin manchas.

Pero es cierto que la imagen que dan en estas revistas no se corresponde con la mayoría de mujeres que vivimos en esta España de ZP, que lucha por su lugar en el mundo político-festivo para solucionar problemas de crisis.
Yo, soltera de pro hasta hace pocos años, viviendo en el centro de una gran ciudad, con un apartamento más o menos monísimo, al que yo llamaba pisín, que soy más de aquí, decorado con muebles y objetos de Ikea y con varios muebles recogidos en la calle y debidamente reciclados, estaba muy lejos de ser la chica estupenda cuya nómina alcanza para pagar un alquiler, ropa de marca, zapatos de tacón, y coche… porque claro, las chicas de la revista no cogían el metro ¿?????
Si pagaba mi alquiler y mis gastos básicos, dícese luz, agua, comida y productos básicos, difícilmente me llegaba para una cena fuera de casa en todo el mes, y en un restaurante sencillo, y por supuesto la ropa de tiendas asequibles corría a cuenta de mi amiga VISA que siempre me dejó dinero sin rechistar.
Y esa era mi vida de mileurista, igual que las vidas de tantas y tantas mujeres que viven en esta España de colorín, y que nada equipara esa vida de revista.

Lo que más me gustaba/gusta eran esos artículos en los que había declaraciones de supuestas mujeres estupendas explicando casos personales.
Siempre nombres fashion, montones de Julias, Vanessas, Paulas, Alexandras… dando sus opiniones y explicando sus experiencias. Ninguna Mari, Pepi, Juani (y que me perdonen las que ostenten estos preciosos nombres, yo soy una de ellas, que no es ningún desprecio, todo lo contrario es una reivindicación de la realidad). Por un momento creía que eran reales y verdaderos, pero aunque son muy ocurrentes, no puedo menos que sonreír y pensar que son pura ficción, como la última novela de mi admirado Paul Auster. Pura ficción con fotos bonitas que te hacen soñar.
Alguien creyó que las protas de Sexo en Nueva York también eran reales ¿????????? Pues no ¡! Y quizá eso es lo que tanto nos engancha, la distancia que hay entre la vida cotidiana y lo que podría ser nuestra vida con un poquito más de glamú y 3 nóminas más al mes por lo menos.

Pero como dice mi amiga Flor, pa cutrerias ya voy al súper ¡!!