martes, 23 de noviembre de 2010

MERCADILLOS NAVIDEÑOS


He pensado que además de pegaros unos rollos infumables sobre mis comidas de tarro de la vida en general, de lo humano y lo divino, de lo que acontece y me preocupa o de lo que, simplemente me llama la atención, este blog también podría ser un poquito útil aprovechando mis dotes de “trotamundos” durante unos meses al año.

Así que he decidido ir explicando de tanto en tanto lugares que he conocido en mis viajes y que valen mucho la pena.

Y dado que estamos en la época que estamos, voy a empezar por los Mercadillos Navideños de varios lugares.

Los mercadillos navideños, te guste o no la navidad, son entrañables y muy agradecidos de visitar. El marco de lugareños ofreciendo sus productos locales como tesoros, el ambiente festivo, el frío que calienta, el olor a vino caliente, cerezas y gofres… hacen que sean lugares inolvidables e imprescindibles.

A mí me encanta el mercadillo de Viena.

Viena es una ciudad de visita obligatoria en cualquier época del año. Sorprende y mucho, pero en Navidad es muy especial. La ciudad está exageradamente decorada con motivos navideños, luces y lazos, y suenan villancicos por doquier.

En la plaza del Ayuntamiento se celebra el Christkindlmarket, uno de los mercados de Navidad con más solera de EuropaEl mercado tiene más de siete siglos de antigüedad y se inicia ya a mediados de noviembre. Uno de sus detalles únicos es que se encuentra rodeado de un parque, cuyos árboles se decoran con luces temáticas de inspiración navideña.

Con 140 puestos de madera y una decoración muy característica, este lugar ofrece una gran variedad de platos y bebidas típicas como el Glühwein ( vino caliente con canela) y muchas otras exquisiteces navideñas.

Otro mercado a destacar es el de Dresden: Esta ciudad de la antigua Alemania oriental tiene un mercado con gran tradición (casi seis siglos), muy arraigado en su población.

Recibe el nombre de Striezelmarket, un nombre en honor a unas tartas dulces de fruta denominadas striezel. El segundo domingo de diciembre se celebra un festival de tartas, en la que se elige el mejor ejemplar, conmemorando la época en que las tartas se presentaban al príncipe local.

Para mí, uno de los más bonitos es La Raekojaplats de Tallinn, nevada y con su mercado de Navidad es simplemente idílico. Los gorros, sombreros, bufandas y jerséis son el producto de artesanía más popular, lo que no es extraño debido a la temperatura que suele hacer por estas fechas en Estonia.

Pero, para que no se diga que solo la Vieja Europa tiene bonitos mercadillos, os quiero recomendar uno mucho más a mano, y que no tiene nada que envidiar, el de Vic.

Cuando se aproximan las fiestas de navidad el casco antiguo de Vic da la bienvenida con un gran mercado medieval que rememora el pasado histórico de la ciudad.

Podréis encontrar un gran poblado medieval con artesanos, tabernas y feriantes, además de perfumes, jabones y quesos.

En definitiva, un gran ventanal de productos para todos los gustos repartidos en un gran número de paradas de cuidada ambientación y centenares de personajes caracterizados de la época.

Os animáis ya a las compras navideñas ¿?

3 comentarios:

Cruela DeVal dijo...

LO dije hace poco a mi E, lo único que me gusta de la navidad son los mercadillos y adornar el árbol...
en el norte de Europa como bien dices es tradición, hasta en mi pueblo montan uno...
Aquí en Madrid está el de la plaza mayor pero está tan petado que se hace imposible ir y es cuando mi parte más grinch se manifiesta
COmpras de Navidad NO NO NO,de momento nada de na
Besos

Cruela DeVal dijo...

LO dije hace poco a mi E, lo único que me gusta de la navidad son los mercadillos y adornar el árbol...
en el norte de Europa como bien dices es tradición, hasta en mi pueblo montan uno...
Aquí en Madrid está el de la plaza mayor pero está tan petado que se hace imposible ir y es cuando mi parte más grinch se manifiesta
COmpras de Navidad NO NO NO,de momento nada de na
Besos

ODRY dijo...

Pues claro que me apetece, sobre todo si hay que irse de viaje para visitar alguno, hecho de menos un viajecito, me da igual donde sea y comprar, comprar todo lo que pille.
Vaya me he dejado llevar.

Un besazo.