lunes, 13 de diciembre de 2010

SEBASTIAN Y EL MAL DE ALTURA


Mi amigo SEBASTIAN, tío inteligente y mordaz donde los haya, tiene previsto viajar a Perú en el próximo mes de abril, y pretende que yo le acompañe…

A mí, y que me perdonen todos los peruanos, no me atrae nada el viaje, y bien sabe SEBASTIAN que voy a intentar evitarlo todo lo que esté en mi mano.

Yo soy urbanita de pro, con premeditación y alevosía, y hace años le juré amor eterno al Empire State ¡

Estoy segura que es un país espectacular, que no lo niego, que sus gentes son divinas, su cultura ancestral muy interesante, y el Machu Pichu algo digno de ver y de no olvidar, pero que le vamos a hacer ¿? Yo soy así y así seguiré… y a mi edad… nunca cambiaré ¡

De todas formas las pretensiones de mi amigo Sebastián porque vaya con él, y con 50 amigos más ( es un viaje de grupo de una importante empresa) no se debe a su gran cariño hacia mí, que lo tiene, o a sus deseos irremediables de compartir conmigo unos días cómplices de viaje, de camaradería, de historias y copas al final de los largas jornadas salpicadas de anécdotas para olvidar… nooo, mi amigo Sebastian quiere que vaya porque le “acojona” el mal de altura y seamos claros, 50 empresarios con mal de altura son peor que una varicela de las malas ¡Aun así, Sebastián me quiere mucho, lo sé, y por eso quiere compartir conmigo esos días entrañables, al subir a Cusco, en los que atenderá sofocos, ahogos, dolores de cabeza intensos, mareos y hasta quizá algún vómito a traición…

Pero, hete aquí, que mi amigo Sebastián ha hecho un gran hallazgo para el mal de altura, un remedio peculiar pero contrastado y que creo será del agrado de todos los señores que asistan al viaje, es más, creo que agradará más a sus señoras. Y es que amig@s, para el mal de altura, nada mejor que la VIAGRA, que entre otras cosas es el “vaso dilatador” más efectivo del mercado, y no solo te sube la moral, si no que te abre los pulmones para que respires bien y que corra la sangre, entre otras cosas ¡

A mí cuando me lo dijo me dejó muerta, y acto seguido imaginé a un grupo de venerables señores empalmados como hacía tiempo que no lo estaban ( la edad y los cargos directivos es lo que tienen) y a unas señoras encantadas de ver así a sus maridines, pensando lo bien que les sientan los aires peruanos, no por nada patrimonio de la humanidad, y lo efectos tan loables del mate de coca, para que luego digan de las drogas…

Así que en lugar de aspirinas, grandes vasos dilatadores pero que no empinan, vamos a dotar a nuestros queridos viajeros de un nuevo quid de viaje: viagra, condones y un viva Perú ¡!!!


Y cuidado peruanos y peruanas de Cusco, a finales de abril una manada de señores, con los vasos muy dilatados vagarán por vuestro territorio con mucha alegría concentrada y sin mal de altura… Y mi amigo Sebastián pensando, mientras se toma su aspirina de turno, que mejor hubiera sido el mal de altura y su amiga Dinita a su lado para compartir esos momentos entrañables que tienen los viajes…

Ya sabes, Sebastián, von voyage ¡


PD: quien sabe si al final me arrepentiré de no ir, puesto que mi amigo Sebastián me hizo un DAFO (puntos fuertes, puntos débiles, oportunidades y amenazas) de la situación y la verdad es que todo se conjura para encontrar El Dorado a la máxima altitud … o lo que es lo mismo, “dura lo que dura, dura” … y lo que pasa en Machu Pichu se queda en Machu Pichu (por cierto, que nombre tan curioso para una montaña, no?

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