![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJEJ-QVoHG0joP7T3FutCsAot9wPJy3kALnwfoEAdtzV0nW5kYwsWxW2ENQENoMZDLzyE2cagVq3yH771lZCjTT2QRq2SZ3264lFx1r7hyMiSzFVaH4AS6jIiq1iJXKlk-jrOvRsyqayFQ/s200/hojas+de+reclamaciones.jpg)
El sábado pasado nos reunimos un grupo de amigos para celebrar un cumpleaños. Haciendo una oda a la amistad, y por aquello de que hacía mucho tiempo que no nos veíamos, nos estiramos un poquito y escogimos un muy buen restaurante, con mucho renombre y unos precios poco digestivos.
Teníamos reserva a las 14:30 hrs y muy puntuales llegamos todos a nuestra cita.
De entrada, y aunque la reserva estaba confirmada y reconfirmada (deformación profesional de la que escribe), no encontraban nuestra mesa, y alegaban que el restaurante estaba lleno… Tuvimos que enseñar copia de la reserva, viva Internet y las webs de reservas, para que accedieran a darnos una mesa.
En todo momento no vimos ni un amago de sonrisa por parte del encargado, por el contrario, era un tio muy borde.
Desde que nos sentamos, hasta que empezamos a comer, pasaron… DOS HORAS ¡!
A mí que me perdonen, pero yo iba a comer, no a merendar, y las veces que reclamamos, primero la carta, y después que nos sirvieran los platos, todo fueron malas caras, respuestas con mala leche y platos pasados, quemados y poco apetecibles…
Yo me enfadé muchísimo y me quejé al dueño, que vino a la mesa a comprobar el mal servicio que estábamos recibiendo, y que negó por activa y por pasiva. Su única excusa fue que estaban a tope y que no daban abasto. Señores, pues no cojan tantas mesas o pongan más personal. Y… si tienen un mal día, por favor, no estén de cara al público.
Ante tal reacción no dudé ni un momento en pedir una hoja de reclamaciones, y aquí viene lo bueno, todos mis amigos, los se habían quejado hasta la saciedad, los que se habían acordado de la familia de todo el personal del restaurante… todos bajaron la mirada, y susurrando me dijeron que no era para tanto… Noooooo ¿????
A mí me habían amargado la comida, y además me la habían cobrado a un precio muy caro… no era para tanto ¿? Yo creo que sí.
Por supuesto, nadie quiso dar sus datos para acompañar la pertinente reclamación… así que la he presentado yo sola…
Me sorprende mucho.
Somos capaces de quejarnos entre nosotros, despotricar de todo el mundo, “cagarnos” en tó lo que se menea pero cuando hay que alzar la voz, y decir lo que pasa, presentar una queja ( eeeehhhh, que las quejas también se pueden tomar como críticas constructivas y aprender de ellas), entonces no es para tanto, tampoco hay que darle tanta importancia… bla, bla, bla… Que país es este ¿?
En Nueva York me caí en el hall de mi hotel, por accidente. Alguien había derramado un poco de café en el suelo, y yo lo pisé y resbalé. El hotel me dio un cheque de 500 USD por renunciar a reclamar.
Hay diferencia, no ¿??
Y no digo que haya que ir con el hacha de guerra, reclamando y denunciando todo lo que ocurre, pero SI DEBEMOS quejarnos cuando sufrimos un trato vejatorio y recibimos un mal servicio por el que estamos pagando.
Estamos en nuestro derecho y en nuestro deber de ayudar a mejorar las cosas ¡
No entiendo porque crea tanta vergüenza y tanta incomodidad quejarse de cara ¡!!!
Alguien lo sabe ¿??
No hay comentarios:
Publicar un comentario