Cada persona es un mundo, eso es algo evidente, y cada uno es como es y nadie tiene el derecho a juzgar el carácter y las formas del prójimo.
Juzgar no, pero opinar si está permitido, y yo opino ALTO Y CLARO que no soporto a las personas negativas. Son superiores a mí, y me exasperan de una forma extrema.
Nunca me ha gustado dramatizar, todo lo contrario, tengo tendencia a desvestir todos los problemas y volverlos a decorar con mis prendas favoritas, la alegría, la positividad y la esperanza. Y, aunque no soy imbécil y sé que lo negro es negro, soy de las que siempre intenta ver las cosas positivas de cada circunstancia, y, al menos, aprender de las negativas.
Esta es mi forma de ser, y por tanto me gusta, pero desde luego no pretendo que sea la de todo el mundo, ni impongo mis ideas. Pero no puedo evitar indignarme, no… CABREARME (que parece que te enfadas más) cuando veo a esas personas que se erigen protagonistas de un drama, que lo magnifican y además que nunca ven la solución a nada. Todo está mal, todo es perjudicial, solo les pasa a ellos… ufff, que agonía.
Parece o creen, porque además se lo creen, que les ha tocado vivir en un mundo hostil que conspira constantemente en su contra, haciendo que la vida diaria sea un campo de minas, y que cada paso que dan sea una condena. Y lo peor es que se creen tan protagonistas de las desgracias humanas que son incapaces de ver más allá de su ombligo y entender que hay gente que lo pasa muy mal, realmente mal, y que ellos tienen mucha suerte.
Siempre me han preguntado cuál era mi fórmula para ser tan feliz, aunque también tengo días chungos, y yo respondía que ver las Noticias era un bálsamo para mí. Puede parecer raro y egoísta, pero no es esa la interpretación que hay que darle.
A veces el día a día nos puede, nos sentimos agobiados, cansados, incluso desgraciados y asqueados de nuestra suerte, y olvidamos que más allá de nuestros problemas hay vida. Para mi ver un Telediario es toparme de nuevo con la realidad de muchas personas que lamentablemente sufren desgracias, catástrofes, guerras, enfermedades, injusticias… y entonces me siento mal y pienso cómo puedo ser tan “asquerosamente” egoísta, como se me puede olvidar que soy una persona tan afortunada con lo que tengo, básicamente salud, familia y amigos y amor, los grandes tesoros que hay que tener, y un trabajo digno…
No soporto a las personas negativas, porque además van ligadas a un egoísmo injusto y a un exceso de ego mal tratado.
En los tiempos que corren, ser negativo y no saber valorar lo que tenemos, no me parece un defecto, ME PARECE UN PECADO ¡!!!!