A mí pensar en el destino me produce picores... pero me gusta creer, y me creo que creo en realidad, aunque la verdad del tema es que soy una descreída de todos estos temas. Como bien decía Sabina, “la manicura y la tirada de cartas me las hice ayer en la peluquería”. Me cuesta pensar que alguien mirando unos naipes, o analizando los posos del café pueda predecir tu futuro, cuando lo que hacen más bien, es cantarte tu presente más que evidente. Pero eso del destino, me gusta, me parece muy romántico, como una epopeya medieval llena de matices y pinceladas que dibujan las vidas a su antojo, haciéndolas impredecibles. Y a mí, lo inesperado me encanta.
Y toda esta diatriba viene porque acabo de leer una reseña sobre Mrs. Michelle Obama, que procedente de los suburbios de Chicago, está a puntito de llenar el baño de la Casa Blanca de sus enseres personales...
Será verdad que hay gente que nace con el destino puesto ¿??
Porque figuras como Mr. y Mrs. Obama, personas anónimos totalmente, han escalado unos peldaños que parecían insalvables y pasan a ser personajes que marcarán un hito importante en la historia, no solo de su país, sino del mundo. Quién se lo iba a imaginar ¿??
O mirad a la MariLeti, ahora princesa de Asturias, mujer divorciada y plebeya, ahora codeándose con la realeza europea como si se hubiera mecido en cunas reales... Quien se lo iba a decir a aquella niña asturiana que vivía en un piso normal y corriente ¿?
Me alucina esto del destino y me hace pensar cómo funciona... no lo puedo evitar... Cuando naces ya estás marcado ¿? Debe ser que desde bebé ya tienes una marca, una seña que te hace intocable, destinado a vivir una vida normal hasta que, de repente, todo cambia, y la vida pasa a ser una historia inolvidable y novelada, increíble.
Es así ¿? O por el contrario se nace normal, sin marcas, sin señas ni contraseñas, y la vida te va llevando por unos caminos ondulantes que tú mismo vas escogiendo y así te vas forjando tu propio destino ¿??
Existe el destino ¿? O en realidad, es un desatino de la vida lo que te hace variar tu ruta y llevarte por caminos inesperados ¿??
Y toda esta diatriba viene porque acabo de leer una reseña sobre Mrs. Michelle Obama, que procedente de los suburbios de Chicago, está a puntito de llenar el baño de la Casa Blanca de sus enseres personales...
Será verdad que hay gente que nace con el destino puesto ¿??
Porque figuras como Mr. y Mrs. Obama, personas anónimos totalmente, han escalado unos peldaños que parecían insalvables y pasan a ser personajes que marcarán un hito importante en la historia, no solo de su país, sino del mundo. Quién se lo iba a imaginar ¿??
O mirad a la MariLeti, ahora princesa de Asturias, mujer divorciada y plebeya, ahora codeándose con la realeza europea como si se hubiera mecido en cunas reales... Quien se lo iba a decir a aquella niña asturiana que vivía en un piso normal y corriente ¿?
Me alucina esto del destino y me hace pensar cómo funciona... no lo puedo evitar... Cuando naces ya estás marcado ¿? Debe ser que desde bebé ya tienes una marca, una seña que te hace intocable, destinado a vivir una vida normal hasta que, de repente, todo cambia, y la vida pasa a ser una historia inolvidable y novelada, increíble.
Es así ¿? O por el contrario se nace normal, sin marcas, sin señas ni contraseñas, y la vida te va llevando por unos caminos ondulantes que tú mismo vas escogiendo y así te vas forjando tu propio destino ¿??
Existe el destino ¿? O en realidad, es un desatino de la vida lo que te hace variar tu ruta y llevarte por caminos inesperados ¿??
Alguien destinado a contestarme ¿??