lunes, 27 de junio de 2011

NO SIN LOS CKalconcillos

Pronunciar la palabra PLAYA en mi casa es directamente proporcional a gafar el fin de semana o época en la que tengas intención de ir… NO FALLA ¡
Mi churri y yo tenemos la suerte de tener a nuestro alcance las llaves de un bonito refugio en 2da línea de mar que nunca disfrutamos. Cuando queremos ir, o bien está ocupado por los titulares de la casa, con lo cual está feo usurpar el sitio, o bien se nubla de repente y no deja de llover, o bien, como este fin de semana, me pillo un trancazo de jarabe y pañuelo y tampoco apetece ir a la playa en plan baby mocosete ¡
Total que un fin de semana que prometía sol, mar, paella y relax a tuti plén, se convirtió en una estancia cama-sofá-cama durante un par de días, alimentada de zumo de naranja, agua, mucho agua, y no sé cuantos paquetes de cleenex… interesante, eh ¿?
Pero mis ansias de playa pudieron con el constipado, menuda soy, y ayer nos acercamos a la playa que tenemos cerquita de casa a pasar la mañana. Kilos de protector solar y el impacto de un baño con el agua aun fresquita son la mejor medicina para unos virus que no me dejan en paz…
A mi churri la playa no le va nada, pero a mí me encanta, no solo por tomar el sol y poderte bañar en el mar, sino por la cantidad de fauna que se junta en tan poco sitio. Es de los pocos lugares en que se agrupa todo tipo de gente, gordos, flacos, guapos, feos, pijos, quillos… y demás faunas urbanas que, en realidad y por una vez, buscan lo mismo, sol y mar ¡
Hay que decir que mi churri y yo vamos a una playa más o menos tranquila, pero llena de fauna tan dispar como entretenida…
A nuestra derecha teníamos a la pandilla de jóvenes adolescentes, a tres porros del cielo, niñas con niñas, bikinis casi iguales, y cuchicheos continuos, niños con niños, vacilando y mostrando sus bíceps y su poderío masculino…
A la izquierda estaba la familia dominguera de loro, sombrilla, nevera y tortilla de patatas. El abuelo paseando por la orilla, la abuela sentada en la butaca debajo de la sombrilla con una bata de rallas blancas y azules y un gorrito de paja, mientras jugueteaba con el bebé. El marido, hasta los huevos, en el chiringuito mirando a toda rubia que pasaba, y la mujer preparando los bocatas, cuidando de los niños, y de los abuelos… que estampa tan típica.
Un poco más allá, la pandilla de gays pasando el día, al otro lado el grupito de amigas a la caza y captura, las parejas que se comen a besos y tienen calentón, parejas que ni se miran… en fin, toda una fauna divertidísima de observar.

Pero si algo me llamó ayer la atención, oh ¡por Dior, es la moda de los chicos a la hora de bañarse. Heteros, gays, gordos, flacos, pijos, quillos, alternativos, indignados… todos coincidían en una cosa: CALZONCILLOS CALVIN KLEIN con goma ancha debajo del bañador, y por supuesto a la vista de todos.
Y digo yo, eso es cómodo ¿? Es la nueva moda, y yo, ni mi churri, el único en la playa en llevar sus partes tan poco tapadas, nos hemos enterado, o es una súper protección huevil para evitar los roces en las partes tan nobles, o es que nos hemos vuelto súper puritanos y hay que taparlo todo con doble cerrojo ¿??
El caso es que bañarse CON calzoncillos y bañador es el must de este verano, y no cualquier calzoncillo, tiene que ser de marca, aunque sea de imitación, que se debe secar antes… porque ya me explicarás a mí con tanta humedad en los bajos… eso no puede ser bueno ¡

Así que ya lo sabéis, si vais a la playa con vuestros churris no os olvidéis de llevaros unos cuantos calzoncillos para seguir la moda, y la muda y felices días de playa ¡



martes, 14 de junio de 2011

RECUERDOS

Hay recuerdos buenos y recuerdos malos, y generalmente solemos eliminar absolutamente los desagradables y feos, y envolver los buenos en papel de fieltro, suavecito, y guardarlos en lo más profundo de nuestros corazones, allá en aquel rincón hueco, que cuando hurgamos nos da una sensación de confort y de “a gustito” que tanto nos reconforta.

A mí me gusta atesorarlos todos, los buenos y los malos, los divertidos y los chungos, los bonitos y los horribles. Yo me lo quedo todo porque siempre he pensado que de todo se aprende, y generalmente, somos tan capullos, que aprendemos más a base de golpes, así que no quiero olvidar nada.

De todas formas tengo una relación extraña con los recuerdos, porque no acabo de entender las reacciones humanas, básicamente la mía, pero que una vez contrastada, resulta que es exactamente igual y proporcional a la de cualquier persona, y yo que me creía diferente y distinta ¡

Me gusta la parte “recordar” cuando te sientas con tus amigas de piel, rodeada de cervezas y cigarros, y echas manos de tantas y tantas anécdotas que te unieron, te hicieron reír y te siguen sacando la sonrisa y los lagrimones de risas guardadas.

Esos momentos son tan valiosos y tan presentes, basados sobre los recuerdos pasados, que no deberían pasar jamás. Seguro que en un futuro, recordamos aquella tarde de cervezas y cigarros, riendo hasta doblarnos, y rememorando recuerdos y vuelta a empezar… a veces creo que nos pasamos la vida recordando una vida anterior.

Es una sensación de felicidad tan grande, pero a la vez tan efímera…

Cada recuerdo bonito de mi vida me deja una doble sensación, la buena, la de felicidad por haber vivido una experiencia genial con personas tan especiales, que te han marcado, y también me dejan la sensación de nostalgia y tristeza, porque en muchas ocasiones sabes que eso, o ese alguien no volverán a estar presentes en tu vida jamás.

Y esa dualidad de sentimientos me confunde.

Porque tendemos siempre a pensar que “cualquier tiempo pasado fue mejor” ¿?
O que aquella persona/s que pasaron por nuestra vida en momentos determinados eran mejores que las de ahora ¿?

Porque extrañamos tanto el pasado, cuando hacemos todo lo posible por caminar hacia el futuro ¿??

Y sobre todo, porque siempre que hablamos de recuerdos, lo hacemos con nostalgia ¿??

Siempre he pensado que los recuerdos son eternos, pero, la eternidad no es mucho tiempo ¿??????????????????????????????????



miércoles, 8 de junio de 2011

Nochecita Toledana

Una de las cosas a las que más me costó acostumbrarme cuando me fui a vivir al campo fue el silencio. Por las noches no podía dormir, echaba de menos el ruido de los coches, las voces de la gente del pub de enfrente de mi antigua casa, y los millones de ruidos que tiene una calle concurrida del centro de una gran ciudad.

Con los años me he acostumbrado y, ahora, mira tú por dónde, es una de las cosas que más valoro de vivir a millones de años luz de la civilización y las tiendas.

Pero… hay que ver lo atronador que puede ser el silencio si te paras a escucharlo ¡!!!

Anoche no podía dormir.

Me atacó a traición y sin avisar un horrible dolor de estómago, y no había forma de encontrar una postura que atenuara el dolor, y entre vuelta y vuelta, me fui quedando con todos los ruidos que atenazan mi campo.

Empecé con el concierto de mis vecinos folladores. Su casa está adosada a la mía, y anoche llegué a creer que su habitación estaba en la mía ¡!

Que un martes lluvioso y frío, a las 12 de la noche, folles después de muchos años de matrimonio me parece algo genial, pero, por favor, cumpliendo 3 puntos básicos de convivencia:

- Evitar el chirrido de los muelles.

- Eliminar los cabezales y no dar golpes en la pared, o en su defecto follar en el suelo.

- Evitar los gemidos, aullidos y demás expresiones guturales de placer.

Además, para mi sorpresa, aguantaron más de una hora, y ya tienen una edad… pero dado que di un par de golpes en la pared a modo de aviso, creo que la realidad fueron los 12 minutos de rigor, y el resto se turnaron para mover la cama y fingir multiorgasmos.

Acabada la sesión de sexo nocturno, que yo quise emular, pero mi estómago no me dio chance, seguí escuchando ruidos, los grillos, el ladrar de un perro, sonidos sin identificar, crujir de la madera (no sé qué madera porque en mi casa no hay), y millones de ruidos más que me han agobiado hasta las 4 de la mañana, en que ya, vencida por el cansancio, me he quedado en estado de coma profundo.

Esta mañana al salir de casa me he encontrado a mi vecina. Ella con una sonrisa inmensa, yo con unas ojeras más grandes aun…

Las dos hemos trasnochado pero me da a mí que ella no ha escuchado nada de nada ¡!!!



sábado, 4 de junio de 2011

QUE NOS PASA A LAS MUJERES ????

Es curioso, por no decir estúpido, ver como a las personas, y mayoritariamente a las mujeres, nos afecta y nos impacta un comentario despectivo sobre nuestra persona, y en cambio no sabemos cómo manejar los halagos.

Si alguien nos dice:

- Uis, nena, que monísima vas hoy, me encantan tus pantalones y te quedan genial ¡!!

Nosotras solemos contestar…

- Este trapo viejo ¿? Pues me costó casi regalado en un mercadillo (aunque sean unos pantalones de marca carísimos…)

Porque nos avergonzamos cuando nos sueltan un piropo ¿?
En cambio si nos hacen un comentario que atenta contra nuestra persona, y más contra nuestro físico, podemos pasarnos años con este trauma y haciendo millones de esfuerzos para paliar ese “defecto” a vista de una persona con mala leche, que igual lo dijo sin pensar.
Nos pasamos la vida pendientes de nuestra imagen, más que de nuestra personalidad, y somos esclav@s de dietas insanas, sesiones maratonianas de ejercicios que nos aburren pero “adelgazan”, paleta de miles de cremas reductores, rejuvenecedoras, antiarrugas, antiage, anti… anti… anti…, peep toes de 12 cms que nos destrozan los pies, denims que nos cortan la circulación… sigo ¿? Pero que monísimas estamos, no ¿?

Moda = Esclavitud ó Moda= Gilipoyez ¿????

Y el problema es que no sabemos aceptarnos.

Que nos sobran unos kilitos ¿?
Que tenemos muchas curvas ¿?
Que no tenemos un cutis perfecto ¿?
Que no tenemos piernas kilométricas ni bien torneadas ¿??

Alguien conoce a alguien perfecto sin Photoshop ¿? Yo no ¡
Afortunadamente para mí, cumplir los 40 me ha impactado muy positivamente, y después de tantos conmigo misma he aprendido a quererme como soy, y a cuidarme mucho, pero por placer.
Después de mucho luchar contra mis kilos, he decidido que me gustan mis curvas, que me gusta mi cara, y que mi mirada ha ganado en seguridad, la confianza de saber que la vida no cambia por ser más o menos monas. Cambias tú.
Ahora hago running cada mañana por el placer de sentirme fuerte y sana, cuido mucho más mi alimentación porque he descubierto que me encuentro mejor, y encima se nota en mi físico, me aplico cremas por el gusto que me da dedicarme un tiempo a mi misma y quererme, y sobre todo me cuido mucho por dentro para mejorar mi personalidad.
Y encima, cuando hago todo esto por gusto, y no por obligación, voy y empiezo a adelgazar, hay que fastidiarse ¡!! 
¿Qué nos pasa a las mujeres?? Dicen que somos el sexo fuerte, que somos listas, inteligentes, determinadas, capacitadas, y en realidad somos incapaces de gestionar nuestro cuerpo ante los ataques verbales de terceros…

Así que repito, vivan los 40 , por fin me he liberado ¡