jueves, 30 de octubre de 2008

Cuando Fue la Última Vez que te Tocaron el Alma ???

Qué pasa cuando los padres se hacen mayores ¿??

El otro día acudí al hospital a visitar a una amiga, y me llamó la atención que en la planta donde estaba ingresada había una mayoritaria población de gente mayor, muchos solos y solitarios, buscando cruzar miradas y entablar conversación. Faltaba cariño.
Esto me hizo pensar en los pequeños dramas domésticos que se crean cuando los progenitores se hacen mayores.
Qué pasa cuando envejecen y enferman, cuando necesitan ayuda para vivir una vida cotidiana, que ya no lo es y que se convierte en una nueva lucha diaria en la que hay que aprender de nuevo, como un niño, a valerse por sí mismo con nuevos y escasos recursos físicos. Qué pasa entonces ¿?
Nuestra sociedad está enferma de carencias. Vivimos unos tiempos en los que, por haber estirado más el brazo que la manga, no podemos permitirnos casi nada, y aun así nos lo permitimos, y no podemos dejar de trabajar, no podemos con los gastos extras que suponen los cuidados necesarios que nuestros padres merecen, y eso nos convierte en víctimas morales de la decadencia familiar. Eso aboca en residencias y hospitales llenos de nuestros mayores solos y conformados, disculpando nuestras ausencias, y sentimientos de tristeza y culpa.
Pero por otra parte, es “ley de vida” , esa rueda que gira y gira con sus etapas y que nos hace vivir a jornada completa todos los ciclos de la vida, nacimiento, crecimiento, vejez y muerte. Mi gran pregunta es: cómo tenemos que vivirlo ¿??
Me cuesta creer que ver envejecer y sufrir a personas queridas podamos hacerlo con naturalidad, y sin embargo en el mundo animal, y en la naturaleza, que dicen que es sabia, así se vive, con la naturalidad del que acepta que el ciclo se acaba, y con la mirada resuelta. Sin lloros. Sin dramas.
Será que aunque somos animales, los sentimientos nos distinguen un poquito del resto de especies, a mí sí me parece un drama y se me hará muy difícil cuando me toque enfrentarme a un decaer, a una distancia, y a un continuar mi vida sin que se me desgarre el corazón por no saber si tengo o no que dejar aparcada mi vida, para ver el fin de otra…

A mí me convulsiona.

domingo, 19 de octubre de 2008

CAMBIOS


“ La vida cambia continuamente, te sientas a cenar y cuando te levantas... la vida ha dejado de ser lo que era...”.
Frase de Joan Didion, una escritora norteamericana que ha tenido unos cambios de vida radicales y drásticos, teñidos siempre de desgraciados acontecimientos.
Me puse a pensar, como no, que una frase así siempre la interpretaríamos como una rasgadura del alma por una pérdida, una desgracia, una muerte.
- “Éramos tan felices... y de la noche a la mañana murió en un accidente de coche...” .
Estas frases son las que nos impactan, nos hacen murmurar oraciones resquebrajadas en la memoria y nos hacen pensar por un minuto, no más, que no valoramos las cosas importantes de la vida.
Pero mira por dónde, yo en ningún momento me planteé esa frase como un signo negativo, o el resultado de una desgracia, quizá porque últimamente ya tengo el cupo lleno de malas noticas, y yo lo interpreté, llamadme rara, como algo positivo en la vida.
- “Era tan infeliz en mi matrimonio, me sentía tan insegura, y de repente me decidí...” , ó “Las cosas nos iban tan mal, no levantábamos cabeza y , quien lo iba a pensar, nos tocó la lotería... pudimos salir adelante”...


Esos son grandes cambios en la vida. No siempre los cambios tienen que ser malos, no ¿?
Estamos hechos de una pasta, y con una educación edulcorada y metida con calzador, en la que buscamos la estabilidad con algo indispensable en la vida. Por que ¿?? Y cuando, por fin, hemos logrado esa “ansiada??” estabilidad, cualquier cambio en nuestra vida hace que nuestra línea de flotación se tambalee de forma contundente y peligrosa, haciéndonos sentir indefensos ante lo adverso y desconocido. Porque nos asustan tanto los cambios, y el volver a empezar ¿? Quien dijo que la vida si no era así no era ¿?
Y sin embargo, porque muchas veces sentimos esa necesidad de cambiar nuestras vidas ¿?
Cambiar nuestras casas, cambiar nuestros coches, pintar de distintos colores, o un buen corte de pelo que nos renueve la imagen ¿? Qué imagen ¿? No es un reflejo de que necesitamos un cambio por dentro ¿??
Pero a veces nuestros esquemas, tan rígidos y tan obsoletos, tan cegadores, no nos dejan cambiar, o nos da miedo... y la vida no fluye.

Sentémonos a cenar... y a ver qué pasa ¡!

domingo, 5 de octubre de 2008

Anillos de Solteros ???

De lo que se entera una, hay que ver ¡!
Anoche en una cena coincidí con mi amiga E, a la que no veía hacía más de un año. Estaba mona monísima, y llevaba un anillo curioso que me llamó la atención. Ella, que es muy dada a los diamantes y suele lucir 4 anillos en el mismo dedo, dejaba su mano derecha libre y dispuesta a un solo aro color turquesa, el “anillo de los solteros”, me dijo.
- Cómo ¿??? – dije yo asombrada. Y es que estoy, una vez más, muy apartada de las últimas tendencias marketinianas. Tanto McCain vs Obama concentran toda mi atención...
- Si, Dina, es el SingelRingen, y lleva un número de serie, lo ves ¿?? – lo ví- y así te inscribes y te unes a la comunidad ¡!!!
Por Dios, un anillo con comunidad incluida. Postulan que si los casados llevan su alianza de fidelidad y amor eterno que les identifica, por qué no, ellos, comunidad cada vez más extensa y poderosa no van a identificarse también ¿?
Y esto, como no, además de dejarme boquiabierta, me dio, como no, mucho que pensar...
Porqué hay que identificarse ¿?? Si es cierto que los casados tienen esa alianza de oro, cada vez más de oro blanco, cada vez más con brillantes incrustados, vamos que es una excusa como otra para tener una joya más, cosa que a mí, amante de las joyas, me parece exquisito. Pero no con número de serie.
Ahora resulta que los solteros se identifican, se marcan, igual que las reses, con números de serie y tienen su propia página web, donde, por lo poco que he podido ver, se auto postulan como poseedores de una vida estupenda, que no digo que no, y refuerzan sus convicciones con fotos de los famosos que , imagino que por un ratín, se han puesto el súper “singelrigen”, que puedes comprar por internet o en el OpenCor, en un arrebato de “glamú”, por el módico precio de 39 jauris. Yo de mayor quiero ser publicista ¡
Y, oh! Señor ¡! Qué hago yo sin identificar ¿? No estoy casada, no tengo alianza de fidelidad y amor eterno. No estoy soltera, no tengo el anillito azul. No estoy prometida, por lo que no luzco mi diamante, que es para siempre. Vivo con mi churri en pecado, que me corresponde una alianza roja, cual letra escarlata, que me recuerde mi condición de ilegal con un número de serie ¿? La serie de los pecadores ¿??
Para cuando los anillos de viudos, o de separados con niños (que no es lo mismo que estar soltero, eh ¿?), o los anillos para vírgenes, o ninfóman@s ¿?? ... Cuanto campo sin explorar para los marketinianos convencidos ¡

Me despedí de mi amiga E, y sin poderme aguantar, le dije:
- Hija, como te resalta el azul con este morenazo de la Toscana que te luces.
- Si, verdad, y lo mejor del anillo, es que en la oscuridad de la discoteca,brilla ¡!!

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, por fin lo entendí todo... Esa alianza azul es el identificativo para una noche con final feliz, o el preámbulo de una alianza de fidelidad y amor...


Y yo sin anillo que me identifique !!

jueves, 2 de octubre de 2008

Yo de mayor quiero ser Funcionaria


Tengo una nueva vocación. Ya no quiero ser mujer florero, no... De mayor quiero ser Funcionaria ¡!!
El otro día estaba yo buscando libros para mis horas, pocas, de ocio, cuando ante mí se plantó el libro “De 8 a 3”, y dado que estaba colocado en una sección que no le correspondía, y que últimamente filosofo con el tema de las casualidades, lo tomé como una señal literaria, que vale más que la divina porque está por escrito, de que debía encauzar mis sueños laborales.
Lo compré, por supuesto. Pero hete aquí que la casualidad se hizo entrevista en un programa de radio que escuché cuando conducía hacia casa. Y, claro está, versaba sobre este libro.
El libro aun no lo he empezado, creo que necesito una preparación mental absoluta para no desesperarme y morirme de la puritica envidia de aquellos que son funcionarios y viven como un rey, por un sueldo digno, o más que digno, mientras yo hago más horas que un reloj y tengo que justificar mis viajes al baño...
Y es que las anécdotas que escuché por la radio son muy fuertes... bueno a mí, empleada esclava de un jefe sátiro que me controla hasta los pestañeos, me parecieron un poco descaradas...
Una chica que cada jueves celebra un “brunch” con sus amigas de 1 a 2 ( horas laborales) y acaba su jornada a las 3..., otra mujer que se va de compras en sus horas laborales. Los desayunos que duran una hora, un hombre que pasó 25 horas extras de un solo día, y se las pagaron (para que luego digan que los funcionarios no trabajan... mirad como les cunde el tiempo), etc, etc,etc...
Yo creo que los funcionarios son una fauna especial y muy injustamente tratados, porque es el gremio más criticado del mundo laboral, y seamos sinceros, es ENVIDIA. Envidia de la mala, la peor, porque hacen lo que todos quisiéramos hacer por un sueldo que todos quisiéramos cobrar. Yo abogo por los funcionarios, los defiendo y los admiro ¡!!!! Yo quiero ser uno de ellos.
Y es que a mí la ambición y las ganas de trabajar se me van apagando año tras año.

Yo de joven quería ser la gran Dina, y dirigir mucho, y mandar más... No me importaba hacer horas extras, y no cobrarlas, con tal de escalar y afianzarme una carrera. Ahora miro atrás y pienso que estaba loca... ahora quiero trabajar poco y cobrar igual... Ahora no quiero trabajar, no quiero estrés, no quiero responsabilidad... quiero tiempo para mí.

Ahora ya no quiero ser mujer florero, quiero ser Funcionaria. Trabajaré lo mismo, cobraré una nómina y seguiré teniendo tiempo para hacer mermelada¡!!!!