viernes, 26 de septiembre de 2008

SABES DECIR NO ??????????




Porque he dicho SI, cuando quería decir NO ¿??
Es una de las preguntas que más me llego a plantear en mi existencia. Y, llamadme astuta, he llegado a una conclusión, NO SÉ DECIR NO...
Mi churri me dice que soy muy blanda, bueno más bien tonta y que me tengo que plantar y saber negarme a hacer algo que no me apetece. Y sé que tiene razón. El es un Noísta convencido y acérrimo, y a mí me da mucha envidia.
El otro día leí en la contra de algún periódico, no me preguntéis cual porque mi prensa de cabecera es directamente proporcional al bar donde me tomo el café despabilador matutino, una entrevista a un señor muy agradable y muy listo, había escrito un libro..., alegando que la mayoría de la gente no sabía decir NO, y me sentí aliviada.
Pensé que si al menos no era la única estúpida del mundo, de la ciudad, que estaba haciendo cosas que no le apetecían un colín, por no haber sabido pronunciar una palabra tan simple y corta como es NO... pues entonces no debía ser tan grave... ya se sabe, mal de muchos, consuelo de tontos ¡
Leí también, porque yo leo mucho, que a los 20 creces, de los 30 a los 40 aprendes y a partir de los 40 estás preparado para recitar a diestro y a siniestro miles de NOES que te van a simplificar la vida..., me queda el consuelo de que me quedan muy poquitos años para llegar a a ser una cuarentona estupenda a la que ya no le van a tomar más el pelo, ni el tiempo, porque sabré decir NO ¡!
Pero es que ahora no sé, no lo consigo, y mira que yo me esfuerzo, pero no hay forma. Me siento como en la obligación moral de aceptar y decir que sí a todo lo que me proponen, y me ofrecen.
Voy al mercado a comprar verdura, pensando que solo me hacen falta berenjenas, pimientos, y si están bien de precio, unas judías verdes... y llego a casa con todo eso más unas cebollas, un melón, una sandía, un bote de pisto que hace la mujer de mi frutero y que está divino, una bolsa de melocotones y un kilo de kiwis.. Y todo porque Alberto, mi frutero del alma, ese que vela por mi dieta, mi salud y su bolsillo me ha mirado directamente a los ojos y me ha dicho que lo tenía de oferta.
Mi churri ya no me deja ir sola al mercado, ni atender las llamadas de promoción, ya que soy un filón para los tele operadores, y me ha dicho que hasta que no me convierta al Noísmo, me va a controlar las llamadas, las tarjetas de crédito y las citas...
Porque lo de las citas es otro tema, tengo estrés social. Me paso la semana pensando en las tardes tediosas en el sofá, con un buen libro, un té , y mucha tele, y a la que me llama alguien para quedar, pues oyes, que ya organizo una agenda tremenda y muchas veces acabo yendo sola a las citas porque mi churri se niega. El sí que sabe.
Ahora llueve, hace fresquito y se está muy bien en casa, pero tengo que ir a arreglarme un poco, o lo poco que me pueda arreglar, porque tenemos que salir a cenar...
No oís a mi chico renegando ¿?? A él le apetece tanto como a mí, pero me llamaron unos amigos suyos esta tarde...
- Dinita, como estáis ¿? Hace mil años que no nos vemos ( mentira, nos vimos la semana pasada) cómo estáis ¿??? Hacemos una cenita en el Galería ¿???



Y claro, no he sabido decirles que NO !!

lunes, 22 de septiembre de 2008

Mitos y demás Medicación

Dicen que “a quien Dios no le da hijos, el Diablo le da sobrinos”.
A mí el Diablo me ha regalado, previo acto de servicio de mi querido hermano, dos sobrinas preciosas, gemelas y diferentes a más precisar. Dios, por el momento, no se ha pronunciado.
Mis niñas, porque son mías, aunque las mantiene mi hermano, tienen ya 15 años y están en esa edad mala, mala de pavo absoluto en el que el más nimio granito en el mentón se convierte en un gran problema imposible de resolver. Que os voy a contar de esa edad que tod@s hemos pasado ¿??
El caso es que el sábado pasado me llevé a mis sobrinas a cenar al “Diablito” ( tendrá algo que ver ¿?? ) para celebrar que coincidíamos las tres y que era la primera vez que salíamos juntas de noche.
Esto me provocó cierto malestar, porque de repente, y sin venir a cuento, recordé cuando mis niñas nacieron, las estaba viendo salir del hospital en un precioso cochecito doble, y acto seguido las veía salir de casa con unos tejanos muy ajustados y un top de escaso tamaño... Me sentí mayor y rabiosa con el tiempo por haber pasado tan rápido y sin avisar.
Pedimos pizza ellas, que no se preocupan de su línea porque la tienen muy bien puesta y sin desviaciones, y pasta integral yo por motivos obvios.
Y empezó el interrogatorio. Era la primera vez que cenábamos juntas y solas en un restaurante, no os vayáis a pensar que en mi familia no salimos nunca, y debió ser el ambiente fiestero, las luces, el decorado diferente, y la coca-cola que tanto envilece y envalentona lo que las animó a someterme a un tercer grado en toda regla.
- Tita, tita, cuantas veces lo haces a la semana con el tito ¿??
- Perdón ¿??? – así a cuchillo y sin avisar me soltaron esta pregunta , pues que iba a decir ¿??
- Y tita, además del tito, lo haces con alguien más ¿??
- Tita, tiííta, te acuerdas del primer beso ¿?? A qué fue bonito ¿?
- Y tita guapa, te acuerdas de la primera vez que lo hiciste ¿??? A qué no te has podido olvidar ¿???
– esto me lo preguntaban con cara de ver películas de amor y ñoñez-
Por Dios, cuánto daño hizo “El lago Azul” y cuanto daño sigue haciendo. Todavía no han aprendido que el Prícipe Azul DESTIÑE.


Me di cuenta que mis sobrinas pertenecen al amplio grupo de adolescentes engañadas y convencidas que creen que el primer beso es bonito y romántico, y no una guerra de lenguas perdidas y sin saber cuándo acabar.
Creen que no he olvidado mi primera vez, y tienen razón, pero no puedo olvidar la sensación de vacío que tuve, el pensamiento con el que me quedé una vez acabamos ( pensé que si había gente que pagaba por el sexo es que estaban locos), e imposible olvidar también el dolor de espalda por que el catre-cutre en el que lo hice era de lo más incomodo. Al chico también le recuerdo.
Y acerca de la pregunta sobre cuántas veces a la semana, y si tenía doble vida... preferí no contestar, y hacerme la loca para no desanimarlas cuando ni siquiera han empezado su vida sexual, o eso creo...
No sé si por ignorancia o por ilusión, por autoengaño, o por lo que cuentan en internet... pero mis sobrinas, como tantas otras personas de más y menos edad viven agarradas a unos mitos tan absolutos como irreales que a mí me hicieron mucha gracia y me provocaron un terrible dolor de cabeza.
Después de la cena, me tuve que tomar un gelocatil...

martes, 9 de septiembre de 2008

ESTAS PREPARAD@ ?????

Nais escribió un post que me sacudió por dentro. (http://lamasnais.blogspot.com/)

Y cuál es mi sorpresa, cuando leyendo los comments acerca de su buen post, veo que el miedo a la muerte es algo muy natural a la par que habitual entre nosotr@s.


No me lo había planteado hasta hace unos días, cuando la vida te da un toque avisándote que todos tus cimientos, tan bien asentados, o eso crees, pueden zozobrar en un solo segundo. Y me sorprendió que fuera un miedo común.
A mí la muerte en sí no me da ningún miedo, porque soy egoísta. No me da miedo morirme, pero si me da un pánico atroz que se muera mi gente. Me asusta tanto vivir sin la compañía de alguno de ellos...


Pero, y si un día te levantaras y de repente, sin esperarlo, sin haberlo madurado siquiera, te dijeran que tu vida, o la de alguien muy querido pende de un hilo, que queda ya poco tiempo para ver el sol ???.

Y si te dijeran que mañana vas a morir ¿?
Estás preparad@ ¿??


Qué harías si supieras que te queda una semana de vida ¿??

sábado, 6 de septiembre de 2008

LA CRISIS

Se acabaron las vacaciones ¡!
La verdad es que las he alargado todo lo que he podido, pero como no hay nada que 100 años dure, irremediablemente he vuelto ¡!!!
Mi viaje fue genial. Nueva York en estado puro. Mi churri y yo hemos caminado calle por calle, avenida por avenida, grabando en nuestra retina toda la magnitud, la belleza, el colorido y las imágenes inolvidables que, segundo a segundo, te ofrece la ciudad. Hemos huido de los típicos lugares turísticos, aunque no hemos podido evitar la 5th Avenida, y nos hemos topado, en nuestras largas caminatas, con mercadillos auténticos, pistas de basket donde jugaban los “morenos” de Harlem, lugares llenos de encanto y de magia, inolvidables...
Pero ya estamos en casa, y yo ya he vuelto a la oficina. En uno de mis descansos para comer, leí, en una revista de dudoso renombre y vergonzoso reconocimiento, ( pero hay que leer de todo, no ¿? ) una frase, lapidaria para mí, del Sr. Xavier Sardá y que dice así:
“ Los que tenemos la suerte de poder comprar el tiempo, tenemos la obligación de usarlo, en pro de los que van de cráneo todo el día por una mierda de sueldo al mes “.
La he citado de memoria, así que no debe ser exacta, pero la esencia sí que la tiene...
Leer esta frase justo en la primera semana de reincorporación a la vida laboral, con el pedazo de depresión pos vacacional que tengo, ha sido lo peor que me ha podido ocurrir. Ha sido como caer de golpe en la dura realidad del día a día, y eso ha provocado mi crisis. Mi gran crisis.
Y es que en esta España, profunda y superficial, en la que la palabra CRISIS está de moda y nos rodea, revoloteando a nuestro alrededor sin dejarnos vivir en paz, en esta España cañí en la que pocos son capaces de llegar a fin de mes con la respiración tranquila y monedero reposado, pues a esta España inversa me uno yo, aportando mi granito de arena a la sociedad con una malsana crisis, y no de identidad, que yo me conozco muy bien, si no una horrible crisis laboral que ha hecho renacer a la Barbie Florero que todas llevamos dentro ( gracias Silvia S.por la definición tan buena).
Con lo que yo he sido, oh señor ¡, ay que ver cómo cambian los cuerpos y las mentes. Yo que de jovencita me comía el mundo, y quería llegar a lo más arriba de mi sector laboral , y ahora me como tan feliz una paella y no me muevas mucho más ¡!
Yo reivindico a la mujer Florero, y lo digo sin tapujos, no me avergüenzo, me encantaría dedicarme a la dolce farniente, a ir al gimnasio, a estar en mi casa, a estudiar, a vivir despacio... Porque ese es mi gran problema, yo vivo despacio y todo va tan deprisa..., que no puedo más que darle la razón a Sardá en esa frase lapidaria y llena de soberbia, si puedes comprar el tiempo, cómpralo y dale buen uso...
Feliz Reentré a todo el mundo !!!!!